Los ácaros de las cobayas
Cualquier cobaya puede verse afectada, aunque los ácaros pueden permanecer latentes durante varios meses, y el estrés o la enfermedad subyacente precipitan el desarrollo de los signos clínicos. La transmisión se produce por contacto directo o por transferencia de fómites.
El prurito intenso, que puede causar convulsiones cuando se manipula, es el principal signo de presentación. Se observa alopecia, descamación, hiperqueratosis y dermatitis grave, sobre todo en los hombros, el cuello y la cara interna de los muslos. Puede producirse una infección secundaria.
La infección suele ser asintomática a menos que haya una infestación importante. Los signos clínicos asociados a una infestación importante incluyen prurito, alopecia y excoriación, especialmente en el tronco. Como el ácaro es un ácaro del pelo, la piel generalmente no se ve afectada a menos que se dañe por un traumatismo propio.
¿Cómo puedo saber si la cobaya tiene ácaros?
La piel afectada se vuelve gruesa y a veces amarillenta y con costras. Puede haber pérdida de pelo en la zona afectada. Es frecuente que se produzca una infección bacteriana secundaria de la piel. Con el tiempo, la pérdida de peso es común, y su cobaya puede quedar debilitada, letárgica y deprimida.
Los ácaros pueden hacer que nuestras cobayas sientan picores e incomodidad, algo que ningún propietario quiere ver. Mantener la casa de tu mascota limpia, hacer regularmente un chequeo de salud a tu cobaya y conocer los síntomas a los que hay que prestar atención y cómo tratar las infestaciones, te ayudará en gran medida a mantener a tu cobaya libre de ácaros.
Los ácaros son pequeños parásitos externos de la familia de los arácnidos. En pequeñas cantidades, los ácaros no causan demasiada irritación a las cobayas. Sin embargo, si el número de ácaros aumenta, es cuando pueden causar un daño significativo a tu cobaya. Los factores que hacen que tu cobaya corra más riesgo de sufrir una infestación de ácaros son
Los ácaros estáticos (también conocidos como ácaros del heno) viven en el pelo de tu cobaya y se alimentan de los restos de la piel. Aunque los ácaros son demasiado pequeños para verlos, es posible que veas “polvo” pegado al pelo de tu cobaya. Estos ácaros suelen provocar picores en las cobayas, lo que puede hacer que la piel se enrojezca y se irrite.
Los ácaros sarcópticos son mucho más molestos y desagradables, y causan la sarna sarcóptica (más conocida como sarna). Estos ácaros se introducen en la piel de la cobaya y hacen que la mascota se pique, se rasque y pique, lo que a menudo da lugar a calvas. Esto significa que si una de tus cobayas está infectada, todas ellas deberán ser tratadas. También hay que limpiar y desinfectar a fondo la conejera, el corral, los cuencos de comida y agua y los juguetes, y sustituir todo el material de la cama. Los propietarios deben lavarse bien las manos después de manipular a las cobayas y de limpiar la casa para reducir el riesgo de contagio.
Signos de ácaros en cobayas
Desgraciadamente, nuestras preciosas cobayas pueden padecer parásitos que se alimentan de ellas y les hacen la vida muy incómoda. Es importante que te mantengas vigilante y observador de todo lo relacionado con tus cobayas en la medida de lo posible. Así podrás identificar cualquier problema médico que necesite atención inmediata y, a su vez, conseguir un tratamiento rápido.
Tenemos unos cuantos posts sobre diferentes problemas médicos a los que son susceptibles las cobayas, incluyendo diferentes tipos de infecciones como las del tracto urinario, las infecciones de las vías respiratorias superiores, las infecciones oculares y las infecciones por hongos. Hemos tocado brevemente el tema de los ácaros en el post sobre las infecciones por hongos, pero creemos que es importante profundizar un poco más en el tema para que los padres de las cobayas sepan todo lo que hay que saber sobre los ácaros en las cobayas y cómo tratarlos.
Los ácaros son insectos que causan algunos problemas importantes en la piel de las cobayas. Hay dos tipos principales con los que se enfrentan las cobayas: Trixacarus caviae y Chirodiscoides caviae. Estos últimos no suelen producir ningún síntoma, pero cuando lo hacen, los síntomas son leves. Las cobayas no suelen necesitar tratamiento si estos son los únicos ácaros con los que se enfrentan.